martes, 17 de agosto de 2010

MEADAS EN EL TIEMPO

Meando para atrás

Hace mucho tiempo (y los que nacimos antes del 60 nos acordamos seguro) había un sketch en un programa humorístico uruguayo en los que un D’Angelo encarnando a un yanqui típico y un Espalter llevando su personalización de ruso se peleaban y peleaban mientras que Almada, como un chinito pícaro, nos adelantaba « Amelicano pelea, Luso pelea. Lejelós: Chinito clece!
¿Creen Uds que el Quique Almada se imaginaba que en 2010 China iba a ser la 2ª economía mundial?
¡¡¡Mago!!!


Meando para adelante
Muchas cosas cambian y el casamiento entre parejas del mismo sexo permitido por Ley en Argentina promete, en poco tiempo, diálogos como éste en el Registro Civil

- ¡Siguienteee!
- Buenos días, quería anotarme para casarme
- ¿Nombres?
- Antonio y Juan Jiménez Seisdedos.
- ¿Jiménez Seisdedos? ¿Son familiares?
- Sí, somos hermanos.
- ¿Hermanos? No pueden casarse.
- ¿Por qué no? ¿No se están casando parejas del mismo sexo?
- Sí, a miles. Pero no a hermanos. ¡Eso es incesto! No me importa que sean ustedes homosexuales, pero sí que sean hermanos.
- ¿Homosexuales? No, nosotros no somos homosexuales.
- ¿No son gays? ¿Entonces por qué quieren casarse?
- Por los beneficios fiscales que reporta, por supuesto. Y además nos queremos. Por otro lado, no tenemos más pretendientes.
- Pero estamos casando a parejas de gays y lesbianas a las que les había sido denegada una protección equitativa ante la ley. Si no son gays, se pueden casar con una mujer.
- Un momento. Un gay tiene el mismo derecho a casarse con una mujer que yo. Pero sólo porque yo no soy gay no significa que me quiera casar con una mujer. Yo me quiero casar con Juan ¿Es que nos va a discriminar porque no seamos gays?
- De acuerdo, de acuerdo, aquí tiene anotación. ¡Siguienteee!
- Hola. Estamos aquí porque queremos casarnos.
- ¿Nombres?
- Abelardo Espinete, Jaime Porras, Elena Espárrago y Matilde Cabeza de Vaca.
- ¿Y quién se quiere casar con quién?
- Todos nos queremos casar con todos.
- ¡Pero si son cuatro!
- Correcto. Verá, es que somos bisexuales. Yo amo a Jaime y Elena, Jaime me quiere a mí y a Elena, Elena me quiere a mí y a Matilde y Matilde quiere a Jaime y a Elena. Casarnos todos juntos es la única manera que tenemos para expresar nuestras preferencias sexuales en el matrimonio.
- Lo siento, sólo estamos casando a parejas de gays y lesbianas.
- O sea, que están discriminando a los bisexuales.
- No, lo que ocurre es que la idea tradicional es que el matrimonio es para parejas.
- ¿Desde cuándo están ustedes siguiendo la tradición?
- Bueno, en algún sitio tiene que estar el límite...
- ¿Quién lo dice? No hay razón para limitar el matrimonio a las parejas. Cuantos más, mejor. Además, ¡Exigimos nuestros derechos! La Constitución garantiza la misma protección para todos bajo la ley.
¡Queremos casarnos!
- De acuerdo, de acuerdo, aquí tiene: día y hora. ¡Siguienteee!
- Hola, quería una licencia de matrimonio.
- ¿A qué nombres, por favor?
- Facundo Sarasa.
- ¿Y el otro?
- Sólo soy yo. Me quiero casar conmigo.
- ¿Casarte contigo? ¿Qué querés decir?
- Bueno, mi psiquiatra dice que tengo doble personalidad, de modo que quiero que se casen mis dos yos. Quizá entonces me rebajen los impuestos al hacer la declaración conjunta.
- Señor, qué día me espera...!!

.

No hay comentarios: