por Méndez (Gur Méndez) devenido a futbolero
El hecho de que Uruguay haya conseguido el 4º puesto y lo festejara como un campeón no es fácil de entender por extranjeros.
Obviamente: los últimos dos partidos fueron perdidos; lo que se festeja ¿es que perdimos esos dos?
No. Nunca lo entenderían.
Lo que pasa es que si cualquiera de nosotros perdiera algo, desearía hacerlo de la manera en que la selección celeste lo hizo: con garra y coraje hasta el último segundo posible y si hay alargue también.
No entienden la mano de Suárez (que todos hubiéramos querido que fueran las nuestras) ni la fractura ignorada hasta que se termine el partido de Lodeiro porque la "sangre estaba caliente y no dolía", ni la risa de Abreu y el grito de nosotros con su penalazo.
No pueden entender que un paisito chiquitito pueda arrimarse de igual a igual a los grandes y poderosos países centrales, que a su vez se refuerzan nacionalizando a cuanto atleta africano o tercermundista encuentren a mano (a esos sí les dan carta de ciudadanía negándola a cientos de miles de otros anónimos).
No entienden como nosotros podemos tener rubios forlanes y negros palito pereira, locos abreus y centrados luganos; todos juntos, en las mismas escuelas y en la misma selección.
Tampoco van a entender que al Maestro Tabárez le digan maestro porque precisamente es maestro de escuela, acostumbrados a estrategas de primer nivel.
Menos aún van a entender que en vez de capitalizar la euforia popular y llevar agua a su propio molino el mismísimo Presidente Tete Musica al irse la selección los despidió con un escueto y cierto "Uds. no van a la guerra, van a jugar al fóbal. Disfrútenlo" y al volver los recibió con un acotado "Gracias, nunca vi a los uruguayos tan unidos por fuera de clases y banderías" y rapidamente pasar la posta a los verdaderos protagonistas, a los que jugaron al fóbal durante todo el mes.
Es por eso que EL PIS se lee solo aquí. Nadie que no sea uruguayo nos entendería.
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miércoles, 14 de julio de 2010
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