jueves, 6 de mayo de 2010

Delicias de la vida conyugal

De repente, a media noche, cuando ella estaba medio dormida, sintió que él la acariciaba, metiendo la mano por debajo de su espalda, entre sus piernas, ¡¡¡aahhhh!!!

Primero fueron caricias tímidas, periféricas, como si tuviera pudor y no quisiera despertarla... Luego las caricias fueron subiendo de tono. Cada vez más, por todo el cuerpo; sus manos la recorrían de arriba abajo como hacía años no pasaba... No pudo precisar cuántos, pero supuso que tres años por lo menos... Sensaciones que creía olvidadas volvían a su ser. Su cerebro recordaba y ayudaba... Las caricias se amontonaban y repetían, él la levantaba, la daba vuelta, ahora era un torbellino de sensaciones indescriptibles.

De repente....Nada.....¡¡¡Nada de nada...!!!

-" ¡¿¿Qué pasó...??!! Seguí por favor... quiero más!!!!"

- "Shhhh" - la calmó él -, "ya está....Ya encontré el control remoto..., seguí durmiendo... "

2 comentarios:

peluquerazo dijo...

fantástoco Bocha, lo voy a contar en la peluquería

peluquerazo dijo...

donde dice fantástoco debe leerse fantástico, nabo