Plataforma reivindicativa del SUNGA

Sindicato Único Nacional de Gordinflones y Afines

por Sungardo Abelenda

Reivindicamos el uso del sunga para hombres mayores, guatones y barrigones.

Cuando empezamos con esto del sunga, en los remotos 80 y 90 en Uruguay no existían. Lo que si había eran unas “mallas” de acrílico espantosas, azules o negras, pesadas e incómodas como un pañal, que algunos nadadores se animaban a usar en la piscina del club.
Supimos surtirnos de nuestros primeros sungas auténticos, de lycra, en la hermana ciudad del Xui y la tan uruguaya Florianópolis, donde su uso es popular y silvestre.
Lo más lindo era bañarse en pelotas, pero como para eso no nos daba y ser hippie estaba demodé, manifestamos nuestra rebeldía contra este in-mundo capitalista, usando sunga.

Como nos íbamos a privar de la comodidad y el placer de exponer al sol y al contraste con el agua fría, las zonas más sensibles de nuestro cuerpo.
Los porteños no cuentan, ya que ellos pusieron de moda las sungas hace un par de años y de repente cambiaron y te vienen con una bermuda hasta los tobillos, pura pavada. Además tienen unos lomos bárbaros, puro gimnasio y liposucción, ¡así cualquiera usa sunga!
Quiero homenajear en este momento, a un pionero, el Tata Chelo, que con sus setenta y pico de años sigue usando sunga, luciendo una hermosa panza, rica en proteínas animales, provenientes de suculentos asados, bien hidratados por maravillosos taninos vitisvinisferos (viste como estoy con el léxico). El Chelo -un adelantado-, introdujo nuevas costumbres provenientes de su exilio europeo. No solo agregó el uso de la sunga en los veteranos, sino que también supo revolucionar el transporte, yendo por bulevar Artigas, a sus cincueta y pico, de saco sport y en bicicleta rumbo a su laburo de “dotor” en la facultad. Un adelantado de la ecología y la buena vida.
¿Ud. Señora, que ya tiene unos kilitos encima, empezaría a usar aquellas mallas con pollerita para tapar sus prominentes rollos? ¿Verdad que no? ¿Verdad que le chupa un huevo lo que dirá la chusma de la vecina de enfrente?
Señor sungero, si su hijos le dicen, papá, no seas viejo ridículo, no se intimide. Muéstreles que la generación 83 es una generación que combatió contra males mucho peores que el paso de los años y la entrada en kilos.

• Tú, joven revolucionario de la salida de la dictadura, tú que gritaste SEVACABAR contra un milico apuntándote, tú que estás entre los 40 y 50 años, ¡Anímate! ¡Adhierete al SUNGA!
• Tú, joven padre que construiste tu rancho colectivo en la Valizas de los ochenta: ¡Póntelo!
• Milita por la igualdad de géneros, acompaña a tu mujer en la exhibición de tus rollos y celulítis: usa SUNGA!
• Tú que tienes hijos adolescentes que te dicen: ¡Ridículo, ya no tenés edad para algunas cosas! ¡Adhierete al SUNGA!

¡Si al sunga con panza!
¡Querías sunga, usá!
¡Anímate!