EL PIS ha estado siempre en la prédica de un vida sana y saludable. Fruto de ello fueron los múltiples artículos sobre el tema que nuestro ex-simio Doctor Máximo Gur Méndez publicó en este periódico.
Hoy recibe y nos re-envía un testimonio de su arenga.
Conocí a dos viejitos divinos. Tenían como 85 años cada uno y llevaban más de 60 años de casados. Su vida había girado en torno a sus hijos, su trabajo, sus nietos. La gente que les conoció destacaron siempre su mutuo cuidado.
Habían llegado a su vejez sin mayores apremios de salud: es que ella ejercía un prodigioso cuidado de la dieta y los ejercicios de ambos. Sin mayores problemas habían eliminado la sal y las grasas, la dieta rebosaba de vitaminas naturales y cereales, las carnes (medidas) se servían magras y bien cocidas. Todos los días se levantaban temprano para hacer su serie de caminatas y ejercicios aeróbicos. A nadie le sorprendía su espléndido estado general, lo que les permitió comprar sus dos pasajes en avión a una playa de Brasil sin mayores cuidados.
Quiso el destino que el avión cayera y murieran todos sus ocupantes.
Estos dos viejitos, como no podía ser de otra manera, fueron inmediatamente recibidos en el Cielo por el mismísimo San Pedro. La Puerta estaba abierta de par en par y San Pedro, con una gran sonrisa en su cara les daba la calurosa bienvenida.
- "Vosotros, que habéis sido buenos y justos durante toda la vida, tenéis la recompensa en éste, su Hogar. ¿Veis aquella casita? Pues en ella viviréis"
Los viejos van caminando con San Pedro sin poder creer lo que les pasaba. Al fondo de la casa había una bonita piscina y unas sillas reposeras con unos tragos servidos en una mesita a su lado.
- "¿Y ésto? -preguntó el viejo- ¿Podemos usarla"
- "Por supuesto" rió San Pedro.
- "¿Pero no nos hará daño?"
- "En absoluto. Uds. pueden nadar, correr, cabalgar, lo que quieran."
- "¿Y esas bebidas?"
- "También son para Uds. Pueden comer y beber a discreción"
- "¿Pero y el colesterol y la sal y el azúcar y..."
- "Nada -interrumpió San Pedro- aquí no se preocuparán más por lípidos y azúcares. Aquí les serviremos los mejores mariscos y las mejores carnes y postres que Uds. hayan imaginado"
- "Y para controlarnos la presión y la glicemia ¿a dónde podemos ir?"
- "Jo jo -rió San Pedro- nada de eso es necesario aquí"
El viejito miró a su mujer y empezó a cambiar su cara hasta estallar.
- "Me cago en tus cereales de mierda, Vieja. Podíamos haber llegado a aquí hace más de 10 años!!!"
jueves, 14 de octubre de 2010
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