miércoles, 17 de marzo de 2010

Cuadernos de Bitácora desde Venezuela (6º)


por M. Gurméndez (uno de los tres)

Evidentemente en Venezuela hace mucha calor. El grupo humano de EL PIS vivió en Venezuela en su pleno invierno y nos corría la gota por la espalda.
El conjunto de fuerzas vivas de Venezuela, aunadas con la enorme mayoría de los comerciantes, se percataron prontamente del peligro que corría la sociedad toda al verse afectada por la canícula venezolana (¡qué manera más poética de decir la calor!). Es así que en todo lugar se ayudaba al transeunte a reponerse del calor agobiante y recuperar el líquido perdido a lo largo del día. Hemos tomado litros y litros de cuanto líquido se nos ponía por delante; un poco por el referido calor, otro por no despreciar la desinteresada ayuda anónima y otro poco de borrachos nomás.
En la nota gráfica de Medio Gurméndez se puede apreciar un peatón que, luego de haberse repuesto en la benéfica licorería a su lado, descansa de un seguro día de calor.

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