martes, 30 de noviembre de 2010

MEANDO ADENTRO Y AFUERA DE LA ESCUPIDERA

colaboración de El Carlito

Adentro

La empleada doméstica pidió un aumento de sueldo. A la señora no le cayó muy bien la solicitud y le preguntó:
- María, ¿por qué quieres que te aumente el sueldo?...
- Señora: tengo tres razones. La primera es que plancho la ropa mejor que usted
- ¿Quién te dijo que planchabas mejor que yo?
- Su marido lo dijo
- OH....! ! !
- La segunda razón es que cocino mejor que usted
- Eso es puro cuento, ¿quién te dijo que cocinabas mejor que yo?
- Su marido también dijo eso
- Ah caramba....! ! !
- La tercera razón es que yo soy mejor en la cama que usted...
- ¡ ¡ ¡ ¿¿¿Mi marido te dijo eso??? ! ! !
- No señora, el jardinero fue quien me lo dijo...

Obviamente la señora le aumentó el sueldo



Afuera

Fernando, joven y empeñoso abogado, sabía que heredaría una fortuna cuando su padre enfermo muriese.
Pensando en que también quedaría sólo decidió que precisaba una mujer acorde a su autovaloración y para hacer de ella su gran compañera.
En base a su decisión, esa noche fue al bar de la ciudad, donde se juntaba lo más granado del foro local.
Se fijó en una colega, la más bonita que jamás había visto. Su
belleza natural era la admiración de todos los concurrentes.

Él se arrimó y le dijo:
- Puedo parecer un abogado común, pero en pocos meses mi padre va a morir y heredaré 20 millones de dólares. ¿Quieres acompañarme y venir conmigo a mi casa?... Puedes llegar a ser mi mujer...
Impresionada la hermosa y brillante abogada, aquella noche fue a la casa con Fernando ...
Y... tres días después... se transformó en su madrastra.

Moraleja: Los abogados pueden ser muy hábiles, pero las abogadas, además, son mujeres.


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