martes, 21 de abril de 2009

El alumbrado público destruyó Valizas


Una macabra concatenación de hechos ha determinado que la inoportuna idea de alumbrar las calles valiceras termine con la destrucción de nuestro preciado balneario.
Las cosas empezaron así:
Fue tan grande la luminosidad alcanzada por los focos de luz colocados por la Comuna Rochense (nos remitimos a la foto de anteriores artículos del periódico valicero) que dicha luminosidad opacó la del cercano faro de Cabo Polonio engañando a inmensas manadas de lobos marinos quienes, equivocadamente, torcieron su rumbo y llenaron las calles de Valizas. Estos lobos asustaron los perros de Valizas quienes en alocada fuga se adentraron en los campos y se escondieron en las cuevas de mulitas de la zona. Las mulitas desalojadas corrieron a refugiarse en lo más parecido a cuevas que encontraron, colonizando todos los nidos de hornero del lugar. Los horneros desplazados abandonaron sus nidos, y con ello, sus costumbres de trabajo no recogiendo más el arcilloso barro con el que ancestralmente elaboraron su habitat. Este barro sobrante fue lo que hizo que las carreteras del sitio se tornaran intransitables para los camiones de reparto. La ausencia de leche fresca durante 5 días seguidos hizo que las madres valiceras se trasladaran con sus hijos a otras costas más propicias arrastrando con ellas, en verdadero éxodo, a toda la población valicera, incluyendo al Brujo y al Yiye que como sabemos solo usan la leche para el arroz con idem.
Ojalá este daño ecológico no esté consolidado.

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